El Barça podría jugar con los colores de Cataluña pero en la Liga francesa (Reuters)
El próximo 9 de noviembre toda Europa estará mirando a Cataluña. La convocatoria de la consulta soberanista impulsada por la Generalitat paralizará la agenda política de España y también del Viejo Continente.
Las fuerzas independentistas catalanas quieren que ese día sea el comienzo de una Cataluña independiente en todos sus sentidos. También desde el punto de vista deportivo.
Porque, en caso de que esta Comunidad Autónoma se separase del resto de España, ¿qué pasaría con sus equipos de fútbol? ¿Dónde jugaría el Barça? ¿Y el Espanyol? ¿Habría una liga catalana independiente o ambas escuadras seguirían jugando en la Primera División española al modo de los equipos galeses en la Premier Legue?
Muchas dudas que empiezan a tener poco a poco respuestas. La revista Interviú ha destapado en su último número que la directiva blaugrana ha iniciado ya los primeros contactos formales para, en caso de que Cataluña se convirtiese en un país soberano, jugar en la primera división francesa, la conocida como Ligue 1.
Según este semanario, los servicios de inteligencia galos habrían sido los encargados de destapar estos contactos secretos entre las más altas instancias de ambas instituciones para, posteriormente, comunicarle a los servicios de inteligencia españoles las intenciones de los blaugrana.
Y es que, según cuenta Interviú, existe un pacto entre los partidos independentistas catalanes y el Barça para que el club culé se convierta en un poder activo pro-independentista de cara a la consulta del próximo 9 de noviembre. Según los informes que se manejan en el Gobierno español, de este apoyo puede depender que los votantes a favor de la secesión crezcan en torno a un 30 o un 40%.
Sin embargo, este apoyo tendría, como es obvio, consecuencias en el futuro del club de Messi, Neymar y compañía, toda vez que semejante postura invalidaría cualquier alternativa de que el Barça jugase en la Liga de un país, España, del que promueve la independencia.
De ahí que sus dirigentes estén buscando la opción de unirse a la liga francesa usando el mismo estatus que tiene el Mónaco, equipo perteneciente al principado del mismo nombre que, pese a pertenecer a un otro Estado, disputa todas las competiciones de la Ligue 1 como si fuera un equipo francés más.
De hecho, en 2012 Sandro Rosell usó este ejemplo, el del Mónaco, para una posible adhesión del Barça a la Liga española en caso de una Cataluña independiente. «Si Cataluña alcanzara la independencia, no tengo ninguna duda de que el Barça seguiría jugando en la Liga española, como el Monaco en la liga francesa«, dijo.
Tras sus palabras se podría esconder, en verdad, la búsqueda de un modelo como el del Mónaco, pero en Francia y no en España, una vía que ya se valoró en 2012, cuando empezó a plantearse seriamente la opción de una consulta soberanista inmediata como la que se podría realizar el próximo 9 de noviembre.
De hecho, en aquel entonces se destapó que el Barça meditaba jugar en la propia Francia, en Italia o en Inglaterra, aunque el plan inicial de la Generalitat era que siguiera haciéndolo en España usando el modelo de Andorra y sus equipos (inscritos en competiciones españolas).
Sea como fuere, la legislación vigente impide, por el momento, que ningún equipo que no sea español dispute el torneo a menos que se cierre un acuerdo bilateral como el que reclama la Generalitat.
En caso contrario, el Barça debería buscarse un nuevo país en el que jugar o, en todo caso, hacerlo en una liga catalana independiente que, por no contar con coeficiente UEFA necesario, obligaría a los culés a jugar varias rondas previas para, por ejemplo, llegar a la fase de grupo de la Champions League.
Fuente: El Economista
Blog de Javier del Campo 